La soledad más complicada de llevar, la que más difícil resulta de ocultar, es la que se siente en compañía, rodeada de caras conocidas que te sonrien y te muestran su aprobación, pero que en el fondo no es eso lo que sienten. Es esta una sensación últimamente conocida para mí, todos aquellos en los que yo había depositado mayores expectativas han resultado no responder a ellas. Y con esto no quiero decir que esa sensación de soledad me la provoque nadie, sin duda, soy yo la máxima responsable de ella, por creer en la bondad sobre todas las cosas, por confiar en el ser humano ciegamente. A lo largo de este pasado curso, creo que una de las frases que más he oido ha sido: "De todo se aprende" y es cierto. Además, por desgracia, creo que se aprende más de las situaciones desagradables que de las agradables, siempre más de lo malo que de lo bueno. Por ello yo, durante los últimos nueve meses (evitando referirme al mes de julio, que lo he pasado en mi casa, y que, si ha tenido partes negativas, han sido las menos y el balance es totalmente positivo) he aprendido mucho. He conocido a todo tipo de gente, más mala que buena, que me han hecho quitarme una venda de los ojos, salir de una burbuja en la que vivía. Supongo que leyendo mis artículos concebireis una opinión de mi bastante pesimista. La verdad es que si me conocierais en persona, y de hecho las personas que me conocen me tienen por todo lo contrario, sobre todo mi gente, aquellos que conviven conmigo en mi ciudad, el día a día. Por contra a todo lo escrito hasta ahora tengo que reconocer que también me encontra gente buena, la menos, pero me la encontré. Personas que no llegué a conocer a fondo pero que merecían la pena, o aquellas otras, que yo defino como "peculiares" que simplemente se salían del perfil establecido como corrientes y tenían un interés singular, algo que no dejaba de sorprenderte. O simplemente gente que me ha hecho reir. Una importante parte de la felicidad que yo me he llevado este curso, que ha sido escasa, ha estado íntegramente implicada con este tipo de personas. Cada cual que se de por aludida. Y desde aquí un sincero agradecimiento por hacermelo pasar un poquito menos mal.