Mil y una sensaciones

10 de octubre de 2004 - 01:20

Anoche crei encontrarte entre mis sabanas, pero confundi el calor de tu abrazo con la oscuridad de las tempestivas horas de la nocturnidad. Anoche parecías tan próximo a mi que casi todavia ahora puedo notar tu presencia. Es extraño observar como la locura puede hacerte sentir tan feliz, el desconocimiento conduce a un estado de dulzura al que no se llega de ninguna otra manera. Quizás sea por eso por lo que los niños rebosan vida y felicidad, quizás, entremezclando ignorancia y vitalidad podamos llegar al estado de inocencia perdido y tantas veces añorado. Lo creo difícil, nunca imposible. Espero que en la nocturnidad de nuestro encuentro puedas reconocer mi piel, mis besos, quizás ya olvidados, es posible que reemplazados. Te espero, siempre lo haré. Te busco, insistentemente y sin desesperar lo hará cada minuto, cada segundo de cada noche que este lejos de ti. No importa lo escondido que estes ni los kilómetros que nos separen, solo ten en cuenta que puedo detectar tu esencia en cualquier situación y en cualquier momento, y es por eso por lo que nunca duermo sola. Tu estás allí, esperando mi anhelada llegada. No desesperes mi amor, todo aquello que con más impaciencia se desea resulta cuando más placentero, y nuestro encuentro se convertirá en una explosión de mil y una sensaciones.
HASTA MAÑANA

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